El acceso a préstamos personales puede ser una herramienta poderosa para alcanzar metas financieras, cubrir imprevistos o financiar proyectos personales. Sin embargo, dejar de cumplir con las obligaciones de pago puede acarrear serias consecuencias financieras, legales y emocionales. Este artículo explora las implicancias de no pagar un préstamo en Perú y cómo esto puede afectar diversos aspectos de la vida del prestatario.
¿Qué Sucede si No Puedo Pagar un Préstamo?
En Perú, las deudas impagas pueden derivar en un impacto significativo en el historial crediticio, el aumento de los intereses y en ciertos casos, procesos judiciales. Aquí explicamos cada una de las principales consecuencias y cómo estas pueden complicar la situación financiera de quien incurre en impagos.
1. Impacto en el Historial Crediticio
El historial crediticio es una herramienta fundamental para evaluar la solvencia de un individuo ante las entidades financieras. Cuando se incumple el pago de un préstamo, las entidades financieras reportan esta situación a las centrales de riesgo crediticio, como Infocorp. Este reporte impacta directamente el puntaje crediticio del prestatario, disminuyéndolo y dificultando el acceso a nuevos productos financieros en el futuro.
Un historial crediticio manchado implica que el prestatario será visto como un cliente riesgoso, afectando su capacidad para obtener nuevos préstamos, tarjetas de crédito, e incluso limitando su acceso a ciertos servicios bancarios. Este tipo de registros pueden durar años, dificultando el retorno a la normalidad financiera para el prestatario.
2. Cargos por Mora y Acumulación de Intereses
Una de las consecuencias inmediatas de no cumplir con el pago de un préstamo es la acumulación de intereses moratorios y cargos por mora. A diferencia de los intereses ordinarios, los intereses de mora suelen ser significativamente más elevados y se aplican desde el primer momento en que se incumple un pago. Además, las entidades financieras aplican cargos adicionales por la reclamación de pagos atrasados, lo que incrementa aún más la deuda original.
Los cargos por mora, combinados con los intereses acumulados, pueden hacer que la deuda se incremente de forma considerable en poco tiempo, complicando la capacidad de pago del prestatario. Es importante que el prestatario conozca las tasas y los cargos específicos antes de firmar el contrato, ya que los costos por mora varían según la entidad financiera y las condiciones del préstamo.
3. Embargo de Bienes y Avalistas
Cuando el impago de un préstamo persiste, el banco o entidad financiera puede recurrir a acciones legales para recuperar el dinero. Una vez que se han dejado de pagar tres o más cuotas consecutivas, la entidad puede iniciar un proceso judicial para solicitar el embargo de los bienes del prestatario. El proceso de embargo permite a la entidad confiscar activos del deudor, como propiedades y vehículos, para saldar la deuda pendiente.
Si el prestatario no cuenta con bienes para cubrir la deuda, la responsabilidad recae sobre el avalista, si es que existe. El avalista es una persona que ha asumido la responsabilidad de respaldar la deuda del prestatario en caso de incumplimiento, lo cual significa que la entidad financiera puede exigirle el pago total de la deuda o incluso proceder al embargo de sus bienes. Esto convierte el aval en una responsabilidad legal seria, que debe considerarse cuidadosamente antes de firmar como garante de un préstamo.
4. Registro en la Central de Riesgos Crediticios
Al incumplir el pago de un préstamo, el prestatario es registrado en centrales de riesgo como Infocorp y otras bases de datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). La SBS clasifica las deudas en función del atraso en categorías como “normal,” “con deficiencia,” “dudoso” y “pérdida,” afectando de esta forma el historial crediticio del deudor.
Estar registrado en una central de riesgos con calificaciones negativas implica que otros bancos y entidades financieras podrán acceder a esta información, lo cual dificultará la obtención de créditos en el futuro. Incluso si el prestatario logra saldar la deuda, la marca negativa en el historial puede permanecer durante un tiempo prolongado, afectando su reputación crediticia.
5. Limitaciones para Solicitar Nuevos Créditos
Uno de los efectos más notorios de tener un historial crediticio negativo y aparecer en una central de riesgos es la limitación para acceder a nuevos créditos. Las entidades financieras revisan minuciosamente el historial de sus solicitantes antes de aprobar cualquier crédito, y una mancha en el historial reduce considerablemente las posibilidades de obtener financiamiento.
Aunque el prestatario logre pagar la deuda pendiente, su acceso a nuevos préstamos puede seguir restringido por el historial negativo que queda registrado en las centrales de riesgo. Esta limitación puede afectar no solo a créditos personales, sino también a otros productos financieros como tarjetas de crédito, líneas de crédito y opciones de financiamiento para proyectos más amplios.
6. Impacto Psicológico y Emocional del Impago de un Préstamo
Más allá de las implicaciones financieras y legales, el incumplimiento de un préstamo puede tener un fuerte impacto psicológico y emocional en el prestatario. La presión de la deuda, combinada con la incertidumbre sobre posibles consecuencias legales, puede generar altos niveles de estrés, ansiedad e incluso afectar la salud mental de la persona.
El constante temor a recibir llamadas de cobranza o notificaciones judiciales, y la preocupación por la acumulación de la deuda, pueden afectar la calidad de vida del prestatario. En algunos casos, esta situación también puede impactar las relaciones personales, ya que los conflictos financieros suelen ser una fuente de tensión en el entorno familiar.
7. Proceso Judicial y Embargo de Bienes
Cuando el impago se prolonga sin ninguna solución viable, la entidad financiera puede optar por iniciar un proceso judicial. Este proceso implica que un juez dictamine el embargo de bienes del deudor para cubrir la deuda. Sin embargo, no todas las deudas se judicializan; esto depende del tipo de crédito y del monto de la deuda. Generalmente, las entidades solo recurren a esta medida cuando el valor de la deuda justifica el costo del proceso legal.
Durante el proceso judicial, el juez puede ordenar el embargo de bienes esenciales, como una propiedad, un vehículo o incluso las cuentas bancarias del deudor. Es importante mencionar que las deudas pequeñas rara vez se judicializan, ya que los bancos prefieren enfocarse en montos significativos o aquellos respaldados por bienes que puedan embargarse.
8. Alternativas y Consejos para Manejar Deudas en Situación de Impago
Si un prestatario prevé que no podrá cumplir con el pago de su préstamo, es recomendable tomar ciertas acciones proactivas antes de llegar a la instancia judicial:
- Renegociar la Deuda: Muchas entidades ofrecen opciones de refinanciamiento o reestructuración de la deuda, lo que puede facilitar el pago a través de cuotas menores y plazos más largos.
- Comunicación con la Entidad Financiera: Contactar directamente al banco o entidad prestamista permite explorar alternativas antes de que se generen cargos adicionales.
- Buscar Asesoría Financiera: Existen especialistas en gestión de deudas que pueden ayudar a elaborar un plan de pagos adaptado a las capacidades financieras del deudor.
- Evitar Nuevas Deudas: Mientras se enfrenta una situación de impago, es fundamental evitar asumir nuevas obligaciones financieras para evitar agravar la situación.
9. Consecuencias de los Préstamos Impagos en los Avalistas
Cuando una persona actúa como avalista de un préstamo, adquiere la responsabilidad de cubrir la deuda en caso de que el prestatario principal no pueda hacerlo. Esto significa que si el prestatario incumple, la entidad financiera puede exigirle al avalista el pago de la deuda o incluso iniciar el embargo de sus bienes.
Esta situación puede poner en riesgo el patrimonio del avalista y afectar su propio historial crediticio. Por esta razón, es importante que los avalistas comprendan las implicaciones de asumir esta responsabilidad antes de comprometerse a respaldar la deuda de otra persona.
10. ¿Qué Debo Hacer si Soy Demandado por Deuda?
Cuando un prestatario es demandado por el impago de una deuda, es fundamental actuar con rapidez y responsabilidad. La primera medida es confirmar la autenticidad del documento de demanda, asegurándose de que proviene de una instancia judicial. Una vez verificada la demanda, es recomendable:
- Buscar Asesoría Legal: Un abogado especializado puede ayudar a evaluar las opciones legales y evitar consecuencias adversas.
- Negociar con la Entidad Financiera: En algunos casos, los bancos pueden estar dispuestos a negociar un plan de pago para evitar el proceso judicial.
- Revisar el Historial de la Deuda: Es importante conocer todos los cargos, intereses y condiciones del contrato original para entender la situación y negociar en mejores términos.



