El crecimiento de la delincuencia y el aumento de los casos de extorsión han llevado a los comerciantes peruanos a destinar un porcentaje significativo de sus ingresos en seguridad privada. Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), los empresarios y pequeños comerciantes se ven obligados a invertir hasta un 10 % de sus ingresos mensuales en medidas de protección, lo que representa una carga económica considerable para el sector.
Este fenómeno afecta especialmente a negocios ubicados en zonas con alta incidencia delictiva, donde el cobro de cupos, las amenazas telefónicas y los atentados contra locales comerciales han incrementado la percepción de inseguridad. Frente a esta situación, la contratación de personal de seguridad, la instalación de sistemas de vigilancia y el fortalecimiento de medidas de autoprotección se han convertido en prácticas obligatorias para muchos emprendedores y empresarios.
El Costo de la Seguridad Privada para los Comerciantes
El gasto en seguridad no es menor. Empresas y pequeños negocios invierten en diversos servicios para resguardar su integridad y la de sus clientes. Entre las medidas más comunes se encuentran:
- Contratación de personal de seguridad: La demanda de vigilantes privados ha crecido, elevando los costos de estos servicios.
- Sistemas de videovigilancia: Cámaras de alta resolución, alarmas y monitoreo en tiempo real son herramientas esenciales para prevenir actos delictivos.
- Seguros contra robos y extorsiones: Muchas empresas han optado por pólizas especializadas para mitigar las pérdidas económicas derivadas de estos delitos.
- Refuerzo de infraestructura: Blindaje de puertas, ventanas y cajas fuertes son estrategias adicionales que buscan reducir vulnerabilidades.
El 10 % de los ingresos destinados a seguridad significa una reducción considerable en las utilidades de los comerciantes, afectando su capacidad de crecimiento y competitividad en el mercado.
Aumento de la Extorsión y Falta de Protección Estatal
El incremento de casos de extorsión en diversas regiones del país ha generado una gran preocupación en el sector empresarial. La falta de una respuesta efectiva por parte de las autoridades ha dejado a los comerciantes en una situación de vulnerabilidad. A pesar de los esfuerzos del Estado para combatir la delincuencia organizada, las cifras de denuncias continúan en aumento.
Las modalidades de extorsión más comunes incluyen:
- Cobro de cupos: Delincuentes exigen pagos periódicos a cambio de “protección”.
- Amenazas telefónicas: Mediante llamadas o mensajes, los extorsionadores intimidan a los comerciantes para obligarlos a entregar dinero.
- Ataques a establecimientos: Cuando las exigencias no son cumplidas, los criminales recurren a incendios, disparos o actos de vandalismo contra los negocios.
La impunidad y la ineficacia en las investigaciones generan un clima de incertidumbre, obligando a los empresarios a asumir sus propias estrategias de seguridad.
Repercusión en el Desarrollo Económico y la Inversión
El fenómeno de la extorsión y la creciente necesidad de inversión en seguridad tienen un impacto negativo en la economía. El miedo a ser víctima de delitos ha provocado que muchos comerciantes reduzcan su actividad o incluso opten por cerrar sus negocios, afectando el empleo y la estabilidad del sector comercial.
La situación también desalienta la inversión extranjera, ya que la inseguridad es un factor determinante en la toma de decisiones de empresarios y corporaciones que buscan expandirse en el país. Sin políticas eficaces para frenar la delincuencia, el crecimiento económico se ve afectado, disminuyendo la competitividad del mercado peruano frente a otras economías de la región.
Medidas Adoptadas por los Comerciantes para Mitigar Riesgos
Ante la falta de una solución inmediata por parte del Estado, los comerciantes han implementado estrategias para reducir el impacto de la extorsión y fortalecer la seguridad en sus establecimientos. Algunas de las acciones más adoptadas incluyen:
- Asociaciones de comerciantes: La organización en grupos permite compartir información sobre incidentes y coordinar acciones de protección colectiva.
- Capacitación en seguridad: Los empresarios han optado por entrenar a su personal en técnicas de prevención y respuesta ante situaciones de riesgo.
- Uso de tecnología avanzada: La implementación de cámaras con reconocimiento facial y sensores de movimiento ha mejorado la identificación de delincuentes.
- Colaboración con la policía: Aunque la confianza en las fuerzas del orden no es alta, algunos comerciantes han buscado establecer comunicación con las autoridades para reportar actividades sospechosas.
Propuestas para una Solución Efectiva
Para revertir esta situación, es fundamental que las autoridades implementen políticas de seguridad más efectivas y adaptadas a la realidad del comercio en el país. Entre las propuestas más solicitadas por los empresarios se encuentran:
- Aumento de la presencia policial en zonas de alto riesgo.
- Endurecimiento de penas para los delitos de extorsión y crimen organizado.
- Fortalecimiento del sistema de denuncias para brindar mayor protección a las víctimas.
- Creación de incentivos fiscales para que los comerciantes puedan reducir los costos en seguridad privada.
- Coordinación entre sector público y privado para desarrollar estrategias integrales contra la delincuencia.
Mientras estas soluciones se concretan, los comerciantes continúan enfrentando la inseguridad con medidas individuales, afectando su rentabilidad y desarrollo empresarial.




